En unas declaraciones casi idénticas a las de hace una semana, Lagarde dijo que los riesgos de inflación están sesgados al alza, pero que el BCE pretende mantener la flexibilidad y que las decisiones de política en marzo dependerán de los datos que lleguen.

"Cualquier ajuste de nuestra política será gradual", dijo Lagarde ante el pleno del Parlamento Europeo en Estrasburgo. "Necesitamos más que nunca mantener la flexibilidad y la opcionalidad en la conducción de la política monetaria".