El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión Federal de Comercio emitieron una declaración conjunta en la que afirmaban que las industrias estadounidenses se habían concentrado cada vez más y que el aumento de las solicitudes de fusión en 2020 y 2021 indicaba que la situación iba a empeorar.

En la declaración, la presidenta de la FTC, Lina Khan, citó la necesidad de prevenir el aumento de los precios y evitar que las empresas presionen los salarios a la baja. Dijo que las agencias estaban solicitando la opinión pública sobre la mejor manera de abordar esto.

Jonathan Kanter, jefe de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, dijo que el gobierno quería "pensar cuidadosamente sobre cómo garantizar que nuestras herramientas de aplicación de las fusiones sean adecuadas para el propósito en la economía moderna".

La FTC y el Departamento de Justicia habían dicho en julio, cuando el gobierno de Biden emitió una orden ejecutiva sobre la competencia, que pronto iniciarían una revisión de las directrices sobre fusiones para determinar si eran demasiado permisivas.

Las directrices anteriores detallaban las técnicas de análisis y las pruebas en las que se debía basar la determinación de si una fusión era legal según la legislación antimonopolio.

Sarah Miller, fundadora del Proyecto Americano de Libertades Económicas, calificó de victoria el plan de reajuste de las directrices.

"El compromiso de las agencias de emitir nuevas directrices basadas en las realidades del mercado, incluso en los mercados digitales y laborales, debería ser aplaudido por cualquiera que esté preocupado por el poder de las grandes empresas tecnológicas o por la difícil situación de las familias trabajadoras", dijo.