El informe de empleo del Departamento de Trabajo, muy vigilado, mostró que la economía estadounidense añadió 390.000 puestos de trabajo en mayo, y que la tasa de desempleo se mantuvo en el 3,6% por tercer mes consecutivo, superando la mayoría de las estimaciones de los analistas.

Los operadores esperaban que el informe sobre el empleo revelara mayores signos de debilidad en la economía estadounidense que ayudaran a persuadir a la Reserva Federal para que suavizara su postura sobre la inflación y los tipos de interés para evitar desencadenar una recesión.

"Hubo fortaleza en todos los ámbitos, con la excepción del comercio minorista, y la economía en el frente del empleo sigue avanzando", dijo Josh Wein, gestor de carteras de Hennessy Funds en Chapel Hill, Carolina del Norte.

"La Fed todavía necesita, por desgracia, destruir un poco la demanda y van a seguir haciéndolo al menos durante las próximas reuniones con subidas de tipos de 50 puntos".

El índice mundial de acciones MSCI, que sigue las acciones de 50 países, bajó un 1,19%. El índice paneuropeo STOXX 600 también bajó un 0,30%.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. avanzaron a máximos de dos semanas tras los sólidos datos de empleo. Las notas de referencia a 10 años subían al 2,9534%, mientras que la nota a dos años, sensible a los tipos, ganaba y subía al 2,6647%.

En Wall Street, los tres principales índices se vieron impulsados a la baja por las ventas en los sectores de tecnología, consumo discrecional, servicios de comunicación, financiero e industrial.

El Promedio Industrial Dow Jones cayó un 1,08% hasta los 32.889,34, el S&P 500 perdió un 1,76% hasta los 4.103,47 y el Nasdaq Composite cayó un 2,72% hasta los 11.981,98.

"Parte del repunte (de la renta variable) de los últimos tiempos se debió a que la Fed reconoció que en otoño podría reevaluar y hacer una pausa, tal vez. Pero el mercado está retrocediendo algunas de sus pérdidas anteriores y diciendo básicamente que todo eso está fuera de la mesa", dijo Wein.

El dólar estadounidense subió frente a una cesta de divisas tras el informe de empleo. El índice del dólar subió un 0,373%, y el euro bajó un 0,27%, hasta 1,0716 dólares.

Los precios del petróleo subieron, animados por las expectativas de que la decisión de la OPEP de aumentar los objetivos de producción un poco más de lo previsto no afectará mucho a la ajustada oferta mundial y por el aumento de la demanda, ya que China suaviza las restricciones del COVID-19.

El crudo Brent subió un 1,95% a 119,90 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate avanzó un 2,02% a 119,23 dólares.

Los precios del oro cayeron después de que el atractivo del lingote se viera mermado por la subida del dólar y de los rendimientos del Tesoro tras los sólidos datos de empleo.

El oro al contado cayó un 0,8% hasta los 1.853,00 dólares la onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos cayeron un 0,53% hasta los 1.856,70 dólares la onza.