En el vecino estado indio de Assam, al menos 17 personas murieron durante la ola de inundaciones que comenzó este mes, según informaron el domingo funcionarios de la policía.

Muchos de los ríos de Bangladesh han subido a niveles peligrosos y la escorrentía de las fuertes lluvias procedentes del otro lado de las montañas indias agravó la situación, dijo Arifuzzaman Bhuiyan, el jefe del Centro de Previsión y Alerta de Inundaciones, dirigido por el Estado.

Miles de policías y personal del ejército han sido desplegados en algunas partes del país para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate.

Hasta ahora se ha evacuado a unas 105.000 personas, pero los funcionarios de la policía estiman que aún hay más de cuatro millones de personas varadas.

Syed Rafiqul Haque, ex legislador y político del partido gobernante en el distrito de Sunamganj, dijo que el país se enfrentaba a una crisis humanitaria si no se llevaban a cabo operaciones de rescate adecuadas.

"Casi todo el cinturón de Sylhet-Sunamganj está bajo el agua y millones de personas están varadas", dijo, añadiendo que las víctimas no tienen alimentos ni agua potable y que las redes de comunicación estaban caídas.

Las autoridades regionales dijeron que unos 3,1 millones de personas estaban desplazadas, de las cuales 200.000 se alojan en refugios improvisados gestionados por el gobierno en terraplenes elevados o en otras tierras altas.

Bangladesh e India han experimentado en los últimos años un aumento de las condiciones meteorológicas extremas, que han causado daños a gran escala.

Los ecologistas advierten que el cambio climático podría provocar más catástrofes, especialmente en las zonas bajas y densamente pobladas de Bangladesh.