Las llegadas seguían siendo inferiores al nivel de 1,79 millones de visitantes extranjeros de enero de 2020. Turquía comenzó a cerrar las fronteras y a restringir la actividad en marzo de ese año, cuando se registraron sus primeros casos de COVID-19.

El número de visitantes extranjeros que llegaron a Turquía se disparó un 94,1% hasta los 24,71 millones el año pasado, cuando se suavizaron las medidas de COVID-19 en comparación con 2020.