"Debemos mantener el rumbo y estar decididos a contener la inflación", declaró Lagarde a la prensa en Ámsterdam tras la reunión de política monetaria del banco.

Los inversores esperan que el BCE se una a la Reserva Federal y a algunos otros grandes bancos centrales para subir sus tipos de interés en 50 puntos básicos de una sola vez en algún momento, un incremento mayor de lo que ha sido habitual desde la crisis financiera mundial.

Los precios del mercado monetario sugieren que el BCE subirá los tipos en 75 puntos básicos en sus dos próximas reuniones, lo que implica al menos una subida superior al cuarto de punto porcentual que el economista jefe Philip Lane describió como "punto de referencia".

Los jefes de los bancos centrales austriaco, holandés, letón y eslovaco han dicho recientemente que una subida de tipos de 50 puntos básicos debería estar sobre la mesa este verano.

Pero los gobernadores de los bancos centrales de Italia y España, dos de los países más endeudados de la zona euro, han adoptado un tono más cauto, abogando por subidas graduales.