Desde que tomaron el control de Afganistán hace un año, los talibanes islamistas han dicho que las mujeres no deben salir de casa sin un pariente masculino y que deben cubrirse la cara, aunque algunas mujeres de los centros urbanos ignoran la norma.

Las escuelas secundarias para niñas siguen cerradas en su mayoría después de que los talibanes se retractaran de sus promesas de abrirlas en marzo.

"Hemos abierto la biblioteca con dos propósitos: uno, para aquellas niñas que no pueden ir a la escuela y segundo, para aquellas mujeres que perdieron sus trabajos y no tienen nada que hacer", dijo Zhulia Parsi, una de las fundadoras de la biblioteca.

Un portavoz de los talibanes no respondió inmediatamente a una petición de Reuters para que hiciera comentarios.

Los más de 1.000 libros de la biblioteca incluyen novelas y libros ilustrados, así como títulos de no ficción sobre política, economía y ciencia. Los libros fueron donados en su mayoría por profesores, poetas y autores a la Fundación Crystal Bayat, una organización afgana de derechos de la mujer que ayudó a crear la biblioteca.

Varias activistas femeninas que han participado en las protestas de los últimos meses también ayudaron a establecer la biblioteca en un local alquilado en un centro comercial que tiene varias tiendas destinadas a las mujeres.

En marzo, los talibanes dieron marcha atrás en su promesa de abrir escuelas secundarias para niñas. La mayoría de las adolescentes no tienen ahora acceso a las aulas y miles de mujeres han sido expulsadas de la fuerza de trabajo debido a las crecientes restricciones y a la crisis económica de Afganistán, dicen las agencias internacionales de desarrollo.

Los talibanes afirman que respetan los derechos de las mujeres de acuerdo con su interpretación de la ley islámica y que desde marzo han estado trabajando en la apertura de escuelas secundarias para niñas.

Los gobiernos occidentales han intensificado su condena a la creciente eliminación de las mujeres de la vida pública por parte de los talibanes. Muchas mujeres afganas han expresado su frustración y han pedido a las autoridades talibanes que respeten sus derechos.

"No pueden aniquilarnos de la sociedad, si nos aniquilan de un campo, seguiremos de otro", dijo Mahjoba Habibi, defensora de los derechos de la mujer, en la inauguración de la biblioteca.