La nueva legislación daría al banco central canadiense los medios para restablecer un patrimonio neto positivo en su balance.

Es probable que en los próximos años el balance del BoC se deslice hacia un patrimonio neto negativo, una posición en la que los pasivos superan a los activos, ya que paga un tipo de interés más alto por los saldos de liquidación que el que gana por los bonos del Estado que compró para apoyar la economía durante la crisis de COVID-19.

Los saldos de liquidación, que ascendían a unos 200.000 millones de dólares canadienses (149.000 millones de dólares estadounidenses) en diciembre, son depósitos en el banco central mantenidos por instituciones financieras. El tipo de interés de esos depósitos ha subido al mismo ritmo que el tipo de interés de referencia del BoC, que ha subido 425 puntos básicos desde marzo.

Otros grandes bancos centrales que ampliaron sus balances, como la Reserva Federal, también se enfrentan a problemas de fondos propios negativos.

"El ministro de Finanzas me ha comunicado recientemente que el gobierno tiene la intención de introducir enmiendas legislativas que permitan al banco retener beneficios para compensar las pérdidas", declaró Macklem en una rueda de prensa el miércoles tras la decisión del banco central de subir los tipos de interés un cuarto de punto porcentual, añadiendo que las pérdidas no tienen ningún impacto en la política monetaria.

"Una vez restablecidos los fondos propios positivos, reanudaríamos nuestras remesas normales al Gobierno de Canadá", dijo Macklem.

A diferencia de un banco comercial, un banco central emite moneda así como saldos de liquidación, por lo que no hay indicios de que un paso a fondos propios negativos suponga una amenaza para la solvencia del BoC.

El banco central registró una pérdida neta de 511 millones de dólares canadienses en el tercer trimestre de 2022, mientras que sus fondos propios se situaron en 954 millones de dólares canadienses. El Instituto C.D. Howe, un grupo de reflexión canadiense, estima unas pérdidas acumuladas de entre 3.600 y 8.800 millones de dólares canadienses en los próximos dos o tres años.

El banco central de Canadá suele obtener más ingresos de sus activos de los que paga por sus pasivos y luego remite sus ingresos netos al gobierno. En 2021, su remesa fue de 2.700 millones de dólares canadienses.

Antes de la pandemia, el pasivo del Banco de Canadá consistía en gran parte en billetes en circulación, por los que no paga intereses, pero los saldos de liquidación han aumentado desde entonces para financiar la expansión del balance.

El pasado mes de abril, el banco central inició el proceso de reducción del tamaño de su balance, una medida conocida como endurecimiento cuantitativo.

(1 $ = 1,3387 dólares canadienses)