Los centros situados en Ollignies, Ghislenghien y Halle, en el centro-oeste de Bélgica, que suministran a las tiendas belgas de Colruyt alimentos secos, agua y bebidas, así como productos frescos y congelados, ya no eran accesibles.

"Por el momento, las existencias siguen disponibles en nuestras tiendas... (pero) es inevitable que acaben faltando productos en las estanterías", declaró Colruyt en un comunicado.