La lectura plana de las ventas minoristas del mes pasado siguió a un aumento revisado al alza del 0,3% en mayo, según informó el martes la Oficina del Censo del Departamento de Comercio.
Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que las ventas al por menor, que en su mayoría son de bienes y no se ajustan a la inflación, caerían un 0,3% tras el aumento del 0,1% registrado anteriormente en mayo.
Aún así, las perspectivas para las ventas son desfavorables.
Los hogares son cada vez más sensibles a los precios y se centran en las necesidades básicas, lo que resulta evidente en los informes de resultados de los principales minoristas y fabricantes.
El consejero delegado de PepsiCo, Ramón Laguarta, dijo la semana pasada que los consumidores con rentas más bajas estaban "estirados" y "haciendo muchas estrategias para que sus presupuestos lleguen a final de mes".
La mayoría de los hogares han agotado el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia del COVID-19 y arrastran muchas deudas de tarjetas de crédito, que se están encareciendo a medida que los tipos de interés se mantienen elevados. El crecimiento salarial también se está moderando a medida que se enfría el mercado laboral. No obstante, el ritmo del gasto de los consumidores sigue siendo suficiente para mantener la expansión económica.
Las ventas al por menor, excluidos los automóviles, la gasolina, los materiales de construcción y los servicios alimentarios, aumentaron un 0,9% el mes pasado, tras subir un 0,4% en mayo. Estas llamadas ventas minoristas básicas se corresponden más estrechamente con el componente del gasto de consumo del producto interior bruto.
Las estimaciones de crecimiento para el trimestre abril-junio se situaban en torno a una tasa del 2% antes de los datos de ventas al por menor. La economía creció a un ritmo del 1,4% en el primer trimestre.
