Harry ha demandado a Associated Newspapers, editora del Mail on Sunday, por difamación por un artículo publicado en febrero en el que se afirmaba que había tratado de mantener en secreto los detalles de su lucha legal para restablecer su protección policial, y que sus ayudantes habían tratado de darle un giro positivo.

Associated Newspapers niega que el artículo fuera difamatorio.

Se trata de la última disputa judicial entre Harry y su esposa Meghan y el grupo periodístico, que refleja su aversión a la prensa sensacionalista británica en general, y sus críticas habituales a la pareja real.

La audiencia preliminar del jueves en el Tribunal Superior de Londres debía determinar cuál sería la conclusión de un lector sobre el significado "natural y ordinario" de la historia del Mail.

El abogado de Harry, Justin Rushbrooke, dijo que el artículo, "irremediablemente negativo", insinuaba que el príncipe había mentido en una declaración en la que decía que siempre había estado dispuesto a pagar por la protección policial cuando estaba en Gran Bretaña, y que había intentado manipular al público autorizando a sus "spin doctors" a hacer declaraciones falsas.

Un lector creería que Harry había tratado de mantener en secreto la lucha legal con el gobierno y que esperaba que el público pagara por su protección, dijo Rushbrooke.

El abogado del periódico, Andrew Caldecott, dijo que sería un "salto cuántico" sacar tales conclusiones, y que el artículo había insinuado "inequívocamente" que el equipo de relaciones públicas de Harry estaba implicado en la difusión de material que confundía al público y no el propio príncipe.

Argumentó que el artículo sólo reflejaba que Harry había solicitado inicialmente una orden de confidencialidad de gran alcance sobre su lucha con el gobierno, posición que posteriormente había aceptado flexibilizar.

El juez, Matthew Nicklin, dijo que daría su juicio sobre el asunto en una fecha posterior.

El viernes pasado, Harry, de 37 años, y Meghan, de 40, el duque y la duquesa de Sussex, hicieron su primera aparición pública juntos en Gran Bretaña desde que abandonaron sus funciones reales hace dos años, en un servicio de acción de gracias por el Jubileo de Platino de la reina Isabel, donde fueron recibidos con vítores y algunos abucheos.

La pareja se trasladó a Estados Unidos, en parte porque Harry dijo que la prensa estaba destruyendo su salud mental, y ahora viven en California con sus dos hijos pequeños, el hijo Archie y la hija Lilibet, que recibió el nombre de la reina, su bisabuela.

El año pasado Meghan ganó una demanda en el Tribunal Superior contra el Mail on Sunday después de que éste publicara extractos de una carta manuscrita que escribió a su distanciado padre en 2018.