Los operadores están enfadados por verse atrapados en el fuego cruzado entre el gobierno y los grupos de consumidores por el aumento de los precios en el surtidor tras expirar un recorte de los impuestos sobre el combustible.

La huelga se ha convocado "para protestar contra la vergonzosa campaña de desprestigio contra la categoría", dijeron los representantes del sector, acusando al gobierno de tomar "medidas ineficaces, que siguen penalizando sólo a los operadores, sin proteger a los consumidores".

La primera ministra, Giorgia Meloni, se ha negado a restablecer la reducción de impuestos y el gobierno ha advertido contra las subidas especulativas de precios.

Ha ordenado a los operadores que muestren el precio medio del combustible, actualizado periódicamente, junto a los precios que se cobran en su gasolinera.

Un número determinado de estaciones de servicio permanecerá abierto para garantizar el mantenimiento de unos niveles mínimos de servicio.