La Federación Alemana de la Industria (BDI) presentó en nombre del grupo una declaración conjunta de los miembros del B7 al G7, cuya copia vio Reuters, en la jornada inaugural de una reunión de tres días de los ministros de Medio Ambiente, Clima y Energía del G7 en Berlín.

Scholz había sugerido la idea para tratar de evitar las fricciones comerciales en áreas como los aranceles verdes, el desarrollo de mercados para productos descarbonizados, la fijación de precios del carbono y los métodos de eliminación.

"El B7 apoya la idea de un club climático abierto y ambicioso", dijo el presidente del BDI y del B7, Siegfried Russwurm. "El G7 debe aclarar ahora cuál puede y debe ser su contribución".

El B7 está formado por las principales federaciones empresariales e industriales de los estados del G7. Se fundó por iniciativa de la BDI en 2007.

El B7 quería promover un entendimiento de lo que, por ejemplo, constituía materias primas "verdes" como el acero o el cemento, dijo.

El grupo consideraba que la seguridad y la diversificación del suministro energético eran primordiales, una postura que había sido subrayada por la guerra en Ucrania y la posibilidad de que Rusia interrumpiera los envíos de gas natural por gasoducto a Europa, añadió Russwurm.

El B7 quería acelerar los envíos alternativos de gas natural licuado (GNL), una rápida expansión de las fuentes de energía renovables y el suministro de hidrógeno como sustituto del gas.

Era urgente que los países del G7 se pusieran de acuerdo en una promoción coordinada de las economías de hidrógeno con bajas emisiones de carbono y en la creación de las capacidades de transporte e infraestructuras correspondientes.

La mayor economía de Europa ostenta este año la presidencia del G7, por lo que la ministra federal de Medio Ambiente, Steffi Lemke, y el ministro federal de Economía, Robert Habeck, serán los anfitriones de la reunión del 25 al 27 de mayo.