La invasión rusa de Ucrania, que el Kremlin califica de "operación militar especial", ha ensombrecido las reuniones anteriores del Grupo de los 20 principales economías, incluida la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la semana pasada.

El presidente de Indonesia, Joko Widodo, dijo a los representantes del Banco Mundial en una reunión en Yakarta que espera que los miembros del G20 "puedan sacar un comunicado" tras concluir su reunión del sábado, según su ministro de planificación.

Entre los miembros del G20 se encuentran países occidentales que han impuesto sanciones a Rusia y la acusan de crímenes de guerra en Ucrania -lo que niega-, así como naciones como China, India y Sudáfrica, que han sido más moderadas en sus respuestas.

Funcionarios alemanes y franceses han expresado su escepticismo de que se pueda alcanzar un terreno común debido a las tensiones sobre Ucrania.

La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo el jueves que la guerra estaba causando un efecto negativo a nivel mundial y que los funcionarios rusos no tenían cabida en la reunión del G20.

Sin embargo, Yellen esquivó una pregunta sobre si se retiraría cuando hablaran los funcionarios rusos, pero dijo que condenaría la invasión de Rusia "en los términos más enérgicos posibles".

Se espera que el ministro de Finanzas ucraniano intervenga en una de las sesiones de forma virtual, dijo Indonesia. El ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, intervendrá en la reunión de forma virtual, y su adjunto viajará a Bali.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, abandonó una de las sesiones de una reunión con sus homólogos en Bali la semana pasada, tras lo que calificó de "críticas frenéticas" a su país en un foro que, según él, debería haberse centrado en los problemas económicos mundiales.

Esa reunión terminó sin un comunicado ni anuncios de acuerdos.

Indonesia ha dicho que quiere que en la reunión se adopten medidas para hacer frente a una inminente crisis alimentaria que afectaría sobre todo a los países pobres.

Yellen dijo que uno de sus principales objetivos era presionar a los acreedores del G20, incluida China, para que concluyan el alivio de la deuda de los países con problemas de endeudamiento.