En una votación de 187 a 11, los legisladores de todo el espectro político acordaron que el gobierno provisional debería iniciar conversaciones con la Comisión Europea y dar marcha atrás en su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético en un 40% respecto a los niveles de 2019 para finales de 2025.

Ese objetivo provocaría el cierre anticipado de algunas de las centrales térmicas de carbón que producen más del 45% de la electricidad del país, afirmaron los legisladores, que añadieron que los generadores de electricidad deben estar plenamente operativos hasta 2038.

"Estas centrales térmicas nos proporcionan independencia y seguridad energética. Tenemos que salvarlas", declaró a la cámara la ex ministra de Energía Temenuzhka Petkova.

Bulgaria fijó el objetivo climático así como un marco gradual para la eliminación del carbón el año pasado como parte de su plan nacional para aprovechar más de 6.000 millones de euros (6.450 millones de dólares) en fondos de recuperación de la Unión Europea.

Ante la perspectiva de nuevas elecciones y los elevados costes de la energía tras la guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia, los legisladores, deseosos de apaciguar a los votantes, afirmaron que el plan debía renegociarse para proteger la pequeña y abierta economía, aunque ello supusiera perder parte de la ayuda de la UE.

Bulgaria, uno de los principales exportadores de electricidad del sureste de Europa, ha utilizado las cuantiosas aportaciones de sus productores de energía, en su mayoría estatales, para proteger a empresas y consumidores de los crecientes costes de la electricidad.

Fuera del edificio del parlamento, los manifestantes instaron a los legisladores a proteger las minas y centrales eléctricas del complejo de carbón de lignito de Maritsa Este, en el sur de Bulgaria, que dan trabajo a más de 10.000 personas.

El grupo ecologista Greenpeace ha estado instando a Bulgaria a que se centre en las energías renovables y en proporcionar nuevos puestos de trabajo en las regiones carboníferas en lugar de mantener las centrales contaminantes.