La resolución de la Ley de Revisión del Congreso (CRA, por sus siglas en inglés), que permite al Congreso revocar normas federales con una mayoría simple, pretende apuntalar a los fabricantes nacionales de energía solar, que han luchado por competir con los paneles baratos fabricados en el extranjero, a menudo por empresas chinas.

"No podemos permitir que los fabricantes extranjeros de energía solar violen la legislación comercial, especialmente cuando se hace a expensas de los trabajadores y las empresas estadounidenses", declaró en un comunicado el representante demócrata Dan Kildee, de Michigan.

Kildee presenta la CRA con tres republicanos: Bill Posey, de Florida, Garret Graves, de Luisiana, y Bob Latta, de Ohio, así como con otros dos demócratas: Bill Pascrell, de Nueva Jersey, y Terri Sewell, de Alabama.

La CRA es una ley de 1996 que permite al Congreso revocar normas federales con una mayoría simple. Un proyecto de ley CRA caduca si no se aprueba en un plazo de 60 días a partir de su presentación e impide que el gobierno federal emita una norma "sustancialmente igual" en el futuro.

Una derogación de la norma supondría un duro golpe para la industria solar estadounidense, que ha argumentado que los aranceles sobre los paneles procedentes de Camboya, Malasia, Tailandia y Vietnam congelarían el desarrollo de los proyectos de energía limpia necesarios para cumplir los ambiciosos objetivos de Biden en materia de cambio climático.

Las cuatro naciones representan alrededor del 80% de los suministros de paneles estadounidenses.

En respuesta a esas preocupaciones, Biden renunció el año pasado a imponer aranceles a los productos solares procedentes de las cuatro naciones del sudeste asiático mientras el Departamento de Comercio estudiaba si esas importaciones eludían los aranceles sobre los productos fabricados en China y violaban la legislación comercial estadounidense.

Meses después, Comercio emitió una decisión preliminar para imponer nuevos aranceles a algunas importaciones de esos países, pero no entrarán en vigor hasta junio de 2024 debido a la exención de dos años de Biden.

La Casa Blanca ha dicho que la exención arancelaria servirá de puente mientras el sector estadounidense se pone en marcha. La Ley de Reducción de la Inflación de Biden, aprobada el año pasado, incluye grandes incentivos para la fabricación nacional de productos de energía limpia.