Los legisladores quieren medidas que reduzcan aún más las importaciones de combustibles fósiles rusos por parte de la UE y que dificulten a Rusia la expansión de sus proyectos y producción de GNL, frenando así los posibles ingresos de Moscú por la venta del combustible.

En una carta a la Comisión Europea y al Tesoro de Estados Unidos, vista por Reuters, el comité de energía del parlamento ucraniano pidió nuevas sanciones, incluida la prohibición de que las empresas de la UE y de Estados Unidos presten servicios para ayudar a Rusia a exportar GNL.

La carta también proponía "un conjunto completo de sanciones secundarias contra el sector ruso del GNL para bloquear los planes de Rusia de ampliar la producción de GNL y, en particular, para detener el proyecto Arctic LNG-2".

El proyecto ruso Arctic LNG-2 es uno de los mayores del mundo. La puesta en marcha de la primera de las tres líneas del proyecto está prevista para finales de año.

Los legisladores ucranianos afirmaron que el proyecto alimentaría el cambio climático y corría el riesgo de "volver a tomar a Europa como rehén" si aumentaba la dependencia del continente del GNL ruso.

Un portavoz del ministerio de Energía ucraniano dijo a Reuters que el ministerio había aprobado la carta de los legisladores.

Rusia, anteriormente el principal proveedor de gas de Europa, cortó las entregas de gasoductos a Europa tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022, desencadenando una crisis energética.

En respuesta, la UE se ha comprometido a poner fin a su dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2027.

La UE ya ha impuesto algunas sanciones al sector ruso del GNL, como la prohibición de que las empresas de la UE suministren a Rusia las tecnologías necesarias para la licuefacción de gas.

El bloque de 27 países también ha prohibido las importaciones rusas de carbón y petróleo transportado por mar, pero no las de gas o GNL, de las que aún dependen algunos países de la UE.

Estados Unidos prohibió las importaciones de GNL ruso semanas después de la invasión de Ucrania por Moscú, aunque las compras estadounidenses de esos cargamentos fueron escasas.

La petición de "sanciones secundarias" de los legisladores ucranianos utilizaría las sanciones para dirigirse a empresas o personas de fuera de la UE y de Estados Unidos implicadas en actividades comerciales con el sector ruso del GNL.

Las sanciones secundarias en general tendrían como objetivo impedir que Rusia haga negocios con el resto del mundo.

Ni Estados Unidos ni la UE han impuesto aún sanciones secundarias que afecten a la industria rusa del GNL desde la invasión.

El Tesoro estadounidense declinó hacer comentarios sobre la carta.

Un portavoz de la Comisión Europea declinó hacer comentarios sobre la carta o sobre posibles sanciones futuras, pero dijo que el responsable de política energética de la UE había respaldado una propuesta separada para permitir que los países limiten voluntariamente las importaciones rusas de GNL, si así lo desean.

"No volveremos al statu quo con Rusia como nuestro principal proveedor de gas", dijo el portavoz.

Rusia planea una gran expansión de la producción de GNL, pero recortó su objetivo de producción anual de GNL a 80-120 millones de toneladas para 2035, desde 140 millones de toneladas, tras la imposición de sanciones y a medida que las empresas occidentales se retiraban de Rusia.