Los ministros de Energía de la UE no lograron acordar las reformas la semana pasada, después de que países como Alemania, Austria y Luxemburgo se opusieran a los planes de conceder contratos de energía a precio fijo con el Estado a las centrales eléctricas existentes, lo que, según ellos, podría distorsionar el mercado de la UE al dar a algunos Estados una ventaja competitiva.

Los diplomáticos de la UE dijeron que las preocupaciones se centraban en el posible uso de estas subvenciones para las centrales nucleares francesas.

Francia, que había apoyado la propuesta de subvención, ha presionado en las últimas conversaciones sobre diversas leyes de la UE para que se dé un trato más favorable a la energía nuclear baja en carbono, que considera crucial para cumplir los objetivos climáticos.

Una nueva propuesta de compromiso, vista por Reuters, decía que los países podrían ofrecer las subvenciones sólo a aquellas centrales existentes en las que se realizara una inversión sustancial que cubriera al menos el 50% del valor de la central y prolongara su vida útil una década o más.

La propuesta de Suecia, que ostenta la presidencia rotatoria de la UE hasta el sábado y se apresura a alcanzar un acuerdo antes de esa fecha, también añadía condiciones para evitar la "sobrecompensación" de estas centrales.

Los embajadores de los países de la UE debatirán la propuesta el viernes.

La reforma prevista del mercado eléctrico pretende hacer más estables los precios de la electricidad en Europa y evitar que se repita la crisis energética del año pasado, cuando los precios récord del gas dejaron a los consumidores con facturas desorbitadas.

Los países también se habían enfrentado por una propuesta tardía de permitir a los países ampliar las subvenciones a la energía de carbón en el marco de la reforma, lo que algunas capitales advirtieron que socavaría los esfuerzos de Europa por luchar contra el cambio climático.

Polonia, que podría prolongar su régimen de apoyo al mecanismo de capacidad para las centrales de carbón más allá de 2025 según la propuesta, dijo que era necesario para la seguridad energética.

El último borrador seguiría permitiendo a los países prorrogar las subvenciones al carbón hasta 2028, pero añadía condiciones como que evaluaran el impacto sobre los objetivos de reducción de CO2.

Una vez que acuerden una posición común, los países deberán negociar las reformas finales del mercado energético con el Parlamento de la UE.