Los 27 países de la UE están negociando las propuestas de emergencia presentadas por el ejecutivo del bloque la semana pasada. El objetivo es que los ministros de energía aprueben un acuerdo en una reunión el 30 de septiembre.

La última propuesta de compromiso de los países, vista por Reuters el viernes, no obligaría a los Estados a aplicar el impuesto sobre los beneficios extraordinarios propuesto por la UE a las empresas de combustibles fósiles, si ya cuentan con medidas nacionales "equivalentes".

Italia se encuentra entre los países que cuentan con un gravamen de este tipo.

Los países también podrían imponer un gravamen sobre los beneficios inesperados a las empresas de combustibles fósiles superior al 33% -el tipo propuesto por la UE- si así lo deciden, con el fin de recaudar más dinero para ayudar a los consumidores y a las empresas a hacer frente a la subida de los precios de la energía, según la propuesta elaborada por la República Checa, que actualmente ocupa la presidencia de turno de la UE.

Los Estados miembros también quieren garantías de que el plan de la UE para recuperar el exceso de ingresos de los generadores de energía de bajo coste no les impedirá limitar aún más los ingresos de estos generadores a nivel nacional.

"Dado que el mix de generación y la estructura de costes de las instalaciones generadoras de energía difieren mucho entre los Estados miembros, se les debe permitir mantener o introducir medidas nacionales de crisis", dice la propuesta, que aún podría cambiar.

Con la introducción de medidas a nivel de todo el bloque, Bruselas espera superar el apoyo desigual que han puesto en marcha los gobiernos nacionales, que han visto cómo los países más ricos de la UE superan con creces a los más pobres a la hora de inyectar dinero en las empresas en dificultades y repartirlo entre los consumidores que tienen problemas con las facturas.

Los diplomáticos de algunos países de la UE se mostraron esperanzados de llegar a un acuerdo la próxima semana, pero dijeron que esto sólo ocurriría si se permitía a los países mantener sus medidas nacionales contra la crisis.

Bruselas también expondrá la semana que viene los planes de otras medidas de emergencia de la UE, como la concesión de liquidez de emergencia a las empresas energéticas y formas de reducir los precios del gas. Algunos funcionarios de la UE dudaron de que esto adoptara la forma de un tope de precios, una idea que ha dividido a los Estados de la UE.