Los Estados de la UE han debatido durante meses si limitar los precios del gas ayudaría o perjudicaría sus intentos de contener una crisis energética provocada por el recorte de los suministros de gas a Europa por parte de Rusia, que ha disparado los costes del combustible y avivado la inflación.

La Comisión Europea propuso un tope de precios el mes pasado, y los países de la UE aspiran a acordarlo en una reunión de sus ministros de Energía el 13 de diciembre en Bruselas.

Pero a falta de unos días, los países siguen profundamente divididos, y algunos funcionarios de la UE se muestran escépticos ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo la próxima semana.

Alrededor de 15 Estados, entre ellos Italia, Polonia y Bélgica, han manifestado su deseo de que se establezca un tope del precio del gas en toda la UE, mientras que un grupo más reducido, que incluye a Alemania, Países Bajos y Dinamarca, se opone.

Tras pedir inicialmente un tope, Francia ha señalado esta semana que le preocupan las posibles consecuencias en los mercados financieros, según dijeron a Reuters dos diplomáticos familiarizados con las negociaciones de los países de la UE.

El Banco Central Europeo advirtió el jueves de que la propuesta de la UE podía poner en peligro la estabilidad financiera y necesitaba ser rediseñada.

Un cambio en la postura de Francia podría complicar aún más el debate.

Actualmente hay suficientes países a favor de un tope de precios para aprobar formalmente la medida, pero si Francia abandonara ese bando, los Estados escépticos podrían contar con el apoyo suficiente para bloquearla.

"Ahora tenemos dos minorías de bloqueo, a favor y en contra", declaró el viernes un alto funcionario de la presidencia checa de la UE, que añadió que la decisión podría tener que elevarse a la cumbre del 15 de diciembre.

Los diplomáticos de los países de la UE reunidos el sábado debatirán un nuevo borrador de propuesta de compromiso para la limitación de precios.

Esa propuesta, fechada el 9 de diciembre y vista por Reuters, haría que el tope se activara si los precios superaran los 220 euros por megavatio hora durante cinco días en el contrato a primer mes en el centro de gas holandés Title Transfer Facility (TTF), y fueran también 35 euros superiores a un precio de referencia para el gas natural licuado (GNL) basado en las evaluaciones de precios de GNL existentes.

Esto es inferior al límite de 275 eur/MWh propuesto por la Comisión, aunque no es tan bajo como algunos países, entre ellos Polonia, dicen que debería ser el tope.

La última propuesta, que aún podría modificarse, dice que una vez activado, el tope se aplicaría durante al menos 20 días de negociación, a menos que la Comisión Europea adopte una decisión de emergencia para suspenderlo.