Ucrania ha mantenido disputas con sus aliados vecinos por las restricciones a su grano, que se ha visto obligada a enviar por tierra desde la invasión rusa del año pasado.

La UE creó rutas terrestres alternativas, las llamadas "rutas de la solidaridad", para que Ucrania las utilizara para exportar sus cereales y oleaginosas, pero sus vecinos han argumentado que los productos agrícolas ucranianos baratos destinados al tránsito se venden localmente, perjudicando a sus propios agricultores.

Hungría, Polonia y Eslovaquia impusieron restricciones nacionales a las importaciones de grano ucraniano este mes, después de que la Comisión Europea decidiera no ampliar la prohibición de las importaciones a esos países y a los también miembros del bloque Bulgaria y Rumanía.

"Preferimos encontrar una solución común para toda la Unión", declaró el martes el ministro checo de Agricultura, Marek Vyborny, tras mantener una reunión con sus homólogos de Hungría, Polonia y Eslovaquia.

"Juntos pedimos a la Comisión Europea que adopte un enfoque activo para controlar la eficacia de los corredores de solidaridad".

Rusia se echó atrás en julio de este año en un acuerdo sobre cereales en el Mar Negro auspiciado por la ONU que había permitido el paso seguro de los cargueros, lo que supuso una mayor tensión para los envíos.

Vyborny dijo que los cuatro países también acordaron que la Comisión también debería considerar un sistema de depósito para las exportaciones.

El depósito se exigiría a los comerciantes que exportaran desde Ucrania y se devolvería cuando se determinara que el grano había salido de Europa hacia sus destinos finales.