El índice de precios alimentarios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que hace un seguimiento de los precios internacionales de los productos alimentarios más comercializados a nivel mundial, registró una media de 132,4 puntos el mes pasado, frente a los 135,00 puntos revisados de noviembre.

La cifra de noviembre se había dado anteriormente en 135,7 puntos.

Para 2022 en su conjunto, el índice de referencia promedió 143,7 puntos, 18 puntos más o un 14,3% más que en 2021, y el más alto desde que comenzaron los registros en 1990.

El descenso del índice en diciembre estuvo impulsado por una fuerte caída del precio internacional de los aceites vegetales, junto con algunos descensos en los precios de los cereales y la carne, pero mitigado por ligeros aumentos en los del azúcar y los productos lácteos, según la FAO.

Los precios alimentarios se dispararon tras la invasión rusa de Ucrania en febrero del año pasado ante el temor de que se interrumpiera el comercio en el Mar Negro. Han recortado sus ganancias en parte debido a un canal de exportación de cereales de Ucrania respaldado por la ONU.

La FAO dijo el año pasado que los costes de importación de alimentos en 2022 llevarían a los países más pobres a recortar los volúmenes enviados.

Su índice de precios alimentarios comprende la media de sus índices de precios de la carne, los productos lácteos, los cereales, los aceites vegetales y el azúcar, ponderados en función de las cuotas medias de exportación de cada uno de los grupos para 2014-2016, señaló.