La actualización fiscal estaba prevista para el lunes, pero en un anuncio televisado, Hunt la retrasó hasta el 17 de noviembre, lo que significa que el Banco de Inglaterra no podrá incorporarla a sus previsiones económicas, que se publicarán el 3 de noviembre junto con su decisión sobre los tipos de interés.

Los rendimientos de los gilts a largo plazo subieron 8 puntos básicos en el día hasta las 1213 GMT, mientras que los bonos ligados a la inflación sufrieron mayores pérdidas, con rendimientos que subieron en su mayoría alrededor de 17 puntos básicos en el día.

La modesta demanda en una subasta de gilts de 2029 subrayó la sensación de desgana en el mercado.

La deuda británica a largo plazo tuvo un rendimiento inferior al de los bonos franceses y alemanes equivalentes.

Antoine Bouvet, estratega de tipos de ING, dijo que el retraso era "una mala noticia para los gilts".

"Retrasar la declaración presupuestaria hasta después de la reunión del BoE no obligará al Banco a tenerla en cuenta en sus previsiones económicas y a oponerse con más fuerza a las subidas previstas en la curva", dijo.

Los futuros de los tipos de interés apuntaban a una probabilidad aproximada del 35% de una subida de tipos de 100 puntos básicos por parte del BoE el 3 de noviembre, frente al 30% de principios de semana. Había un 65% de posibilidades de una subida de 75 puntos básicos a partir de las 1213 GMT.

El rendimiento del gilt a dos años, sensible a los cambios en las expectativas de los tipos de interés, subió 8 puntos básicos en el día.

Es probable que la declaración de Hunt del próximo mes tenga un impacto importante en las perspectivas de emisión de gilts en los próximos meses y años.

Se espera que el plan establezca cómo el gobierno cubrirá un déficit presupuestario de hasta 40.000 millones de libras (46.000 millones de dólares), aunque el reciente descenso de los costes de endeudamiento del gobierno desde los máximos alcanzados tras el anterior plan económico del 23 de septiembre ya ha reducido esa diferencia.

A diferencia del plan de Truss del mes pasado, será totalmente auditado por el organismo de control fiscal británico.

El lunes, la venta británica de bonos convencionales del Estado con vencimiento en 2029, que tuvo lugar el miércoles, produjo la demanda más débil en una subasta desde marzo.

La Oficina de Gestión de la Deuda (DMO, por sus siglas en inglés) dijo que recibió ofertas por un valor de 1,96 veces los 3.500 millones de libras ofrecidos por el gilt del 0,5% de 2029, el ratio más bajo desde el 2 de marzo.