El miércoles, Washington anunció que transferiría 3.500 millones de dólares en activos del banco central afgano previamente congelados a un nuevo fondo fiduciario que, según dijo, estaría protegido de los talibanes y se utilizaría para ayudar a estabilizar la colapsada economía de Afganistán.

El Ministerio de Asuntos Exteriores consideró que la decisión de Estados Unidos de "transferir una parte de las reservas del Banco Central de Afganistán a Suiza y utilizarla para un desembolso específico sin ninguna aportación por parte de Afganistán es inaceptable y una violación de las normas internacionales", dijo el portavoz Abdul Qahar Balkhi en un comunicado.

"Si las reservas se desembolsan sin tener en cuenta las demandas legítimas de los afganos, el Emirato Islámico se verá obligado a imponer multas y a prohibir las actividades de todas las personas, instituciones y empresas que faciliten esta empresa ilegal y pretendan hacer un mal uso de las reservas del banco central para fines humanitarios y de otro tipo", añadió.

Estados Unidos ha dicho que el fondo afgano, gestionado por un consejo de administración, podría pagar importaciones críticas como la electricidad, cubrir los pagos de la deuda a las instituciones financieras internacionales, proteger la elegibilidad de Afganistán para la ayuda al desarrollo y financiar la impresión de nueva moneda.

Aunque los funcionarios estadounidenses han mantenido conversaciones durante meses con los talibanes y los funcionarios del banco central afgano, Washing ha dicho que no se destinará dinero al banco hasta que esté "libre de interferencias políticas" -lengua diplomática para referirse a la sustitución de los principales funcionarios talibanes del banco, dos de los cuales están sometidos a sanciones de EE.UU. y la ONU- y se instituyan salvaguardias contra el blanqueo de dinero.

Balkhi dijo que, en las conversaciones con funcionarios estadounidenses, los talibanes habían dejado clara su voluntad de abrir el banco central a la supervisión por parte de terceros de los programas contra el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo, y que habían demostrado que el banco central era independiente.