La multitud, vestida de rojo, pasó junto a la policía antidisturbios con pancartas y coreó "Akufo-Addo debe irse" y "FMI no", en referencia a las conversaciones en curso del gobierno con el Fondo Monetario Internacional para obtener miles de millones de dólares para apuntalar la economía.

La semana pasada, el presidente trató de tranquilizar a los ghaneses asegurándoles que las autoridades volverían a encauzar las finanzas del país después de que la inflación al consumo superara el 37% en septiembre, un máximo en 21 años, a pesar del agresivo endurecimiento de las políticas.

"Ha fracasado y le pedimos que dimita. Los elevados incrementos del precio del combustible están matando al pueblo de Ghana", declaró el manifestante Rafael Williams.

La protesta pacífica fue la última de una serie de manifestaciones este año por el aumento vertiginoso del coste de la vida, que ha hecho aún más difícil salir adelante en un país donde alrededor de una cuarta parte de la población vive con menos de 2,15 dólares al día, según el Banco Mundial.

Ghana, que produce oro, cacao y petróleo, también ha visto cómo su moneda, el cedi, se desplomaba más de un 40% frente al dólar este año, lo que la convierte en una de las divisas con peor comportamiento de una región que está sufriendo las consecuencias de una desaceleración económica mundial.

"Estamos hablando con el FMI. No deberían concederles préstamos", dijo la sastre Francisca Wintima, que se encontraba entre los que protestaban en la capital.

"Ya es suficiente. Tenemos oro, tenemos petróleo, tenemos manganeso, tenemos diamantes. Tenemos todo lo que necesitamos en este país. Lo único que necesitamos es liderazgo".