En declaraciones a un grupo de reflexión estadounidense en Washington, Marcos dijo que había expuesto ese punto a funcionarios chinos durante conversaciones recientes. También dijo que Estados Unidos no había pedido a Filipinas que proporcionara tropas en caso de guerra entre China y Estados Unidos por Taiwán.

Marcos declaró al Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales que el Acuerdo de Cooperación Reforzada en materia de Defensa (EDCA, por sus siglas en inglés) de 2014, que permite el acceso a bases en Filipinas, fue concebido para hacer frente a los efectos del cambio climático.

"El ministro de Asuntos Exteriores de China acaba de visitarme... y le dije y le aseguré que no, que éstas no están... destinadas a ser bases militares para atacar, para moverse contra nadie, ningún país, ni China, ni ningún país", dijo Marcos.

Dijo que el uso de las bases de la EDCA para "acciones ofensivas" estaría fuera de los parámetros de lo que Manila había discutido con Estados Unidos y añadió que Washington nunca había planteado la posibilidad de que se utilizaran como "zonas de reagrupamiento" para acciones ofensivas contra ningún país.

Los lazos de Manila con Washington se han estrechado bajo el mandato de Marcos y éste concedió al ejército estadounidense acceso a cuatro bases más en febrero, algo que China dijo que estaba "avivando el fuego" de la tensión regional.

Los expertos afirman que Estados Unidos ve en Filipinas un emplazamiento potencial para cohetes, misiles y sistemas de artillería para contrarrestar una invasión anfibia china de Taiwán, que China reclama como territorio propio.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo tras una reunión de los ministros de Defensa y Asuntos Exteriores de Estados Unidos y Filipinas el mes pasado que era "demasiado pronto" para discutir qué activos le gustaría a Estados Unidos estacionar en las bases filipinas.

Marcos acudió a Washington para una cumbre con el presidente Joe Biden en busca de claridad sobre el alcance del compromiso de Washington de proteger a su país en virtud de un pacto de seguridad de 1951, en medio de las crecientes tensiones en el Mar de China Meridional, donde Manila tiene reivindicaciones rivales a las de Pekín, así como tensiones sobre Taiwán y Corea del Norte.

Biden dijo tras su reunión del lunes que el compromiso de EE.UU. con la defensa de su aliado era "férreo", incluso en el Mar de la China Meridional, y tras una visita de Marcos al Pentágono el miércoles las dos partes publicaron un documento de seis páginas de "directrices bilaterales de defensa" en el que se establece el alcance de los compromisos de EE.UU. con Filipinas en virtud de su tratado de defensa mutua de 1951.

Marcos dijo que las relaciones entre Washington y Manila habían vuelto a un "camino normal de asociación" y que necesitaban evolucionar para que respondieran mejor a los desafíos presentes y emergentes.

Bajo su predecesor Rodrigo Duterte, las relaciones con EE.UU. se habían agriado cuando Duterte apartó bruscamente a Filipinas de su antiguo gobernante colonial y estrechó lazos con Pekín.