Francia no está en contra de un acuerdo comercial con el bloque sudamericano del Mercosur, que lleva mucho tiempo aplazado, pero no quiere precipitar unas negociaciones que, según dice, correrían el riesgo de ver rechazadas por los parlamentos europeos si no responden a las preocupaciones medioambientales y sociales.

La Comisión Europea ha dicho que es prioritario concluir un acuerdo, que lleva más de 20 años gestándose, con el bloque Mercosur de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, ya que la UE busca nuevos aliados para reducir su dependencia de China y Estados Unidos.

Francia, donde el acuerdo es impopular entre los agricultores locales, quiere que la parte de Mercosur acepte varios compromisos adicionales, en particular sobre el respeto de las normas de la UE en materia de deforestación, antes de poder respaldarlo.

"Hay que dar tiempo, tiempo", declaró a Reuters Olivier Becht, ministro francés de Comercio, en una entrevista desde Brasil, donde se encontraba reunido con ministros y representantes empresariales.

"Obviamente, necesitamos concluir. Han sido 23 años de conversaciones. Pero el hecho de que haya llevado 23 años significa que también puede llevar un par de meses más", dijo.

España, que ocupará la presidencia rotatoria de la Unión Europea durante seis meses a partir del 1 de julio, está deseosa de cerrar un acuerdo con países con los que mantiene estrechos lazos históricos, comerciales y lingüísticos.

Becht dijo que viajará a España la próxima semana para decir a sus homólogos españoles que comprendía el valor estratégico del acuerdo, pero que precipitar un acuerdo supondría el riesgo de encontrarse con la resistencia de los legisladores de la UE que deben aprobarlo.

También añadió que Francia pedirá que todos los parlamentos nacionales de la UE puedan opinar sobre el acuerdo, debido a la naturaleza política del mismo. La política comercial es una prerrogativa de la UE y las votaciones en los parlamentos nacionales no son automáticas. (Reportaje de Michel Rose Edición de GV De Clercq)