Las pruebas genéticas mostraron que una infección confirmada la semana pasada en la ciudad de Mbandaka era un nuevo "evento de propagación", una transmisión desde un animal infectado, y no estaba relacionada con ningún brote anterior, dijo el Instituto Nacional de Investigación Biomédica del país.
La segunda víctima mortal era una mujer de 25 años que era cuñada del primer caso, dijo la OMS en Twitter. Ella comenzó a experimentar los síntomas 12 días antes, dijo.
El primer paciente comenzó a mostrar síntomas el 5 de abril, pero no buscó tratamiento durante más de una semana. Murió en un centro de tratamiento del ébola el 21 de abril.
El tiempo de retraso ha hecho que los trabajadores sanitarios se apresuren a identificar a los contactos que puedan haberse infectado, dijo la OMS.
Al menos 145 personas entraron en contacto con los casos confirmados y su salud está siendo estrechamente vigilada, dijo la OMS, señalando después que uno de los primeros casos era un trabajador sanitario.
Mbandaka, un centro comercial a orillas del río Congo, es una ciudad de más de un millón de habitantes que vive muy cerca de la capital, Kinshasa, con conexiones por carretera, agua y aire.
El director de emergencias de la OMS para África, Ibrahima Soce Fall, dijo que existía el riesgo de que la enfermedad se extendiera a las vecinas República Centroafricana y Congo Brazzaville.
"Esto es preocupante, pero teniendo en cuenta la capacidad acumulada y la experiencia en el Congo, creemos que se puede contener", dijo Fall en una conferencia de prensa en Ginebra.
El Congo ha sufrido 13 brotes anteriores de ébola, incluido uno en 2018-2020 en el este del país que mató a casi 2.300 personas, el segundo mayor número de víctimas registrado en la historia de la fiebre hemorrágica.
El brote más reciente terminó en diciembre en el este tras seis muertes. Mbandaka, la capital de la provincia de Ecuador, también ha sufrido dos brotes anteriores, en 2018 y en 2020.
Los bosques ecuatoriales del país son un reservorio natural del virus del Ébola, que fue descubierto cerca del río Ébola en el norte del Congo en 1976.
