La medida se produce pocos días después de que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy, criticara a la mayor empresa de bienes de consumo del mundo por seguir operando en el país.

Nestlé se ha enfrentado a las reacciones de los consumidores y de los grupos activistas, así como de los políticos, por no retirarse totalmente de Rusia tras el inicio del conflicto en Ucrania.

La empresa suiza ha dicho en repetidas ocasiones que seguirá suministrando a Rusia productos esenciales, como alimentos para bebés.

Anteriormente dijo que había detenido las exportaciones e importaciones no esenciales de Rusia, que había detenido toda la publicidad y que había suspendido las inversiones de capital.

También dijo que no estaba obteniendo beneficios en el país.

Un portavoz dijo que Nestlé suspendería ahora la gran mayoría de las categorías comerciales anteriores a la guerra, como el café y los alimentos para mascotas.

Nestlé dijo en un comunicado que está con el pueblo de Ucrania y sus 5.800 empleados allí, y que seguirá pagando a sus trabajadores rusos.