Noruega quiere establecer una asociación más sólida con Indonesia y explorar oportunidades de inversión en energías renovables, como la hidroeléctrica, y en la captura y almacenamiento de carbono, según declaró el ministro de Energía.

"Hay muchas oportunidades y algunos obstáculos, pero espero que podamos construir una asociación más sólida en los próximos años", declaró a Reuters a última hora del jueves el ministro de Energía, Terje Aasland, tras reunirse con su homólogo Arifin Tasrif en Yakarta a principios de esta semana.

Aunque Noruega aspira a lograr unas emisiones netas nulas de gases de efecto invernadero para 2050, también sigue explorando y desarrollando nuevos yacimientos de petróleo y gas, incluso en el Mar de Barents, en el Ártico, para mantener una producción que se espera que alcance su punto máximo en 2025.

El país se convirtió en el mayor proveedor de gas natural de Europa tras una fuerte reducción de las entregas rusas desde el inicio de la guerra de Ucrania en 2022.

Las empresas noruegas pueden aportar su experiencia en energía hidroeléctrica y captura y almacenamiento de carbono (CAC) en Indonesia para reducir las emisiones en el país, afirmó Aasland.

La capacidad de almacenamiento del primer proyecto noruego de CAC, Northern Lights, estará lista este año, y está en vías de empezar a capturar el dióxido de carbono de una cementera de Brevik el próximo mes de mayo, afirmó.

Aasland se reunió el jueves en Singapur con representantes de empresas noruegas como Equinor, DNB y Yarra, que están invirtiendo en energías renovables, almacenamiento de energía y combustibles alternativos como el amoníaco en Asia-Pacífico.

Noruega, que es el mayor productor de petróleo y gas de Europa occidental, genera una producción total de algo más de 4 millones de barriles equivalentes de petróleo al día (boepd).

Se espera que el suministro de gas noruego a Europa alcance los 120.000 millones de metros cúbicos (bcm) este año, según Aasland, frente a los 109 bcm de 2023.

"El petróleo y el gas también desempeñarán un papel crucial en las próximas décadas debido a las necesidades de seguridad energética y precios asequibles", afirmó Aasland, añadiendo que el país necesita asegurar la cadena de suministro para la transición ecológica.

Noruega pretende conceder permisos de exploración para la minería de los fondos marinos de la región ártica el año que viene, con la esperanza de extraer los minerales necesarios para los paneles solares, las turbinas eólicas y las baterías de los coches eléctricos que se necesitan para sustituir la energía de los combustibles fósiles, aunque el plan se enfrenta a la oposición de los grupos ecologistas y de algunos países europeos.

"Hoy dependemos de Rusia y China, así que tenemos que diversificar la cadena de valor de los minerales en los próximos años y estamos estudiando cómo podemos desarrollar la actividad en la Plataforma Continental Noruega de forma sostenible", añadió Aasland.