Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos de la mano de Jamie McGeever, columnista de mercados financieros.

La fría realidad de unos tipos de interés "más altos durante más tiempo", que enfrió el ánimo de los inversores el miércoles, dará un tono cauteloso a las operaciones asiáticas del jueves, con los inversores también recelosos ante las posibles medidas de Tokio y Pekín sobre los tipos de cambio.

En el frente de los datos regionales, las ventas minoristas y la confianza de los consumidores de Japón y las ventas minoristas de Australia ocuparán un lugar central, mientras que los inversores con exposición a Vietnam prestarán mucha atención a las cifras de crecimiento del PIB del segundo trimestre de Hanoi.

La narrativa más amplia que recorrió los mercados el miércoles fue más pesimista que el martes -y menos coherente- después de que los líderes de los bancos centrales del G4 enviaran señales de halcones desde el jamboree anual del Banco Central Europeo en Sintra, Portugal.

Wall Street luchó bajo el peso del aumento de las expectativas de tipos en Estados Unidos, el dólar subió y los bonos del Tesoro repuntaron, y la inversión de la curva de rendimientos estadounidense se profundizó un poco. Hasta aquí, "risk off".

Pero la volatilidad de los mercados de renta variable estadounidenses cayó, el petróleo subió, las acciones de Apple alcanzaron un nuevo máximo histórico y otros valores megatecnológicos también subieron.

Puede que las tecnológicas asiáticas suban por simpatía el jueves, pero el sector es una de las principales fuentes de tensiones entre EE.UU. y China: las autoridades estadounidenses están considerando endurecer una norma de control de las exportaciones destinada a frenar el flujo de chips de inteligencia artificial a China, limitando la cantidad de potencia de cálculo que pueden tener los chips.

En el frente macroeconómico, otro desplome de los beneficios industriales chinos fue otro recordatorio de las dificultades que atraviesa la segunda economía mundial.

Los beneficios anuales de las empresas industriales chinas ampliaron un descenso de dos dígitos en los cinco primeros meses, ya que el debilitamiento de la demanda redujo los márgenes.

La economía parece estar perdiendo fuelle en muchos frentes. Una mayor relajación monetaria podría estar a la vista y, de ser así, es probable que el yuan se acerque a un nuevo mínimo de 15 años y medio a través de los 7,30 por dólar.

Los inversores se preguntan exactamente cuál es la postura de Pekín con respecto al yuan en estos momentos, después de actuar el martes para apoyar la divisa por primera vez en casi ocho meses, y después permitir que volviera a deslizarse el miércoles.

El yen, por su parte, cayó el miércoles a un nuevo mínimo de siete meses, cerca de 145,00 por dólar. Muchos analistas afirman que cada vez es más probable una intervención compradora de yenes por parte de las autoridades japonesas entre 145,00 y 150,00 por dólar.

Tanto el yuan como el yen son históricamente débiles. Si uno baja, las autoridades del otro país podrían inclinarse por dejar que su divisa también se deslice.

Estos son los acontecimientos clave que podrían proporcionar más dirección a los mercados el jueves:

- Ventas minoristas y confianza del consumidor en Japón (mayo)

- Ventas minoristas en Australia (mayo)

- PIB de Vietnam (segundo trimestre)