Un vistazo a la jornada en los mercados europeos y mundiales de la mano de Tom Westbrook

El alivio se extendió de Wall Street a Marunouchi el jueves, con los rendimientos de los bonos y el dólar bajando aún más y los mercados bursátiles estabilizándose. El oro subió. Las bolsas asiáticas fuera de Japón (y China, que sigue de vacaciones) subieron un 1%.

El informe de nóminas privadas de EE.UU., más frío de lo esperado, y la caída del 5% del precio del crudo del miércoles han ayudado.

El desplome del petróleo fue especialmente notable por ser el mayor en más de un año, situando el precio por debajo de donde estaba hace un año. Así pues, el petróleo ya no es inflacionista.

El yen también ha subido al lado fuerte de 149 por dólar, dando a los operadores un respiro de la incertidumbre sobre una posible intervención de Japón.

Pero el sentimiento de riesgo ha recibido una auténtica paliza por la opinión de que los tipos de interés se mantendrán altos durante más tiempo, y es difícil que se produzca una recuperación duradera, ya que incluso si esa opinión cambiara, el catalizador sería probablemente una recesión mundial.

Las noticias económicas de la sesión asiática tampoco fueron muy alentadoras, ya que la escalada del precio del arroz ha disparado la inflación en Corea del Sur y Filipinas.

Y en cualquier caso, el rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años -una referencia para la fijación de precios de los activos mundiales- sigue subiendo casi 90 puntos básicos en el año, tras una subida de 200 pb el año pasado.

A pesar del respiro, el ambiente es febril de cara a los datos de empleo estadounidenses del viernes, que cierran la primera semana del último trimestre del año.

Una cifra fuerte podría desencadenar otra ronda de ventas.

Acontecimientos clave que podrían influir en los mercados el jueves:

- Peticiones de subsidio por desempleo y balanza comercial de EE.UU.

- Discursos de los bancos centrales: Lane del BCE; Kashkari, Barr, Daly, Mester y Barkin de la Fed