El pavimento había sido revuelto por los bulldozers blindados, provocando la rotura de una tubería de agua y dejando barrancos empapados de escombros que los residentes - muchos de los cuales se habían refugiado en casa, o evacuado por precaución - recorrían con paso adusto y de negocios.

Tras meses de escaramuzas en espiral con los hombres armados de Yenín, Israel inundó el lunes el campo de refugiados de la ciudad con cientos de comandos respaldados por aviones no tripulados de combate. Los comandantes dijeron que la operación -bautizada "Hogar y Jardín"- tenía como objetivo erradicar la infraestructura militante palestina.

"No consiguieron lo que querían, gracias a Dios. Los jóvenes están bien, las familias están bien y el campamento está bien", dijo a Reuters Mutasem Estatia, padre de seis hijos, tras lo que describió como dos noches de encierro, una de ellas en un centro de detención israelí.

Doce hombres o adolescentes palestinos murieron, cinco de ellos combatientes confirmados de las facciones de Hamás o de la Yihad Islámica. Decenas de palestinos resultaron heridos. El ejército -que perdió a un soldado en los enfrentamientos- dijo que sólo había matado a combatientes.

Las fuerzas israelíes también detuvieron a unos 150 presuntos militantes y destruyeron alijos de armas y minas de carretera -incluido un arsenal bajo una mezquita- y un centro de mando, dijo el ejército.

"Hay 12 mártires y estamos orgullosos de ellos, pero esperábamos más daños dada la escala de la incursión", dijo Estatia.

Israel parecía dispuesto a regresar a Yenín y a otras zonas de la Cisjordania ocupada, donde los palestinos buscan la creación de un Estado.

"He dejado claro que esta amplia acción en Yenín no es algo aislado", declaró el lunes el primer ministro Benjamin Netanyahu al Canal 14 de televisión. "Será el comienzo de incursiones regulares y del control continuo del territorio y por eso no habrá refugio seguro para el terrorismo".

Mientras las tropas se retiraban durante la noche, Israel informó de una andanada de cohetes desde la Franja de Gaza, otro territorio palestino. Los cohetes fueron derribados y la fuerza aérea israelí atacó objetivos en Gaza pertenecientes al partido gobernante Hamás, sin causar víctimas.

En una nueva señal de la violencia que se desborda de Yenín, un palestino embistió con su coche a los peatones en Tel Aviv el lunes y se lanzó a apuñalar, hiriendo a ocho personas antes de morir tiroteado. Hamás lo reivindicó como miembro.

"Decimos al enemigo: el tiempo en que podías practicar tu agresión contra nuestro pueblo sin pagar el precio ha pasado. Hoy, Yenín os da una lección de resistencia y firmeza", declaró en un comunicado el líder de Hamás, Ismail Haniyeh.

El campo, similar a una tenencia, alberga a refugiados de la guerra de fundación de Israel en 1948. La pobreza, la frustrada diplomacia de paz y la deriva política han avivado el apoyo a grupos respaldados por Irán como la Yihad Islámica y Hamás, que predican la destrucción de Israel.