En mayo, el ministerio había previsto que el producto interior bruto (PIB) se expandiría un 3,6% este año.

La revisión a la baja se debió a los "choques transitorios de oferta" que afectaron al sector primario en la primera mitad del año, incluyendo los disturbios sociales, y a las condiciones externas menos favorables, dijo el ministerio en un informe.

Para 2023, el país andino prevé un crecimiento del 3,5%, impulsado por una mayor oferta minera y la normalización de las actividades económicas afectadas por la pandemia del COVID-19.

Perú, el segundo productor mundial de cobre, vio cómo las operaciones en la gigantesca mina Las Bambas, propiedad de MMG Ltd, se detuvieron desde la segunda quincena de abril hasta principios de junio debido a las protestas de las comunidades indígenas en el lugar.

A principios de este año, también se enfrentó a una oleada de protestas antigubernamentales provocadas por el aumento de los precios de los combustibles y los fertilizantes a raíz de la guerra de Ucrania, mientras que el presidente Pedro Castillo remodeló su gabinete varias veces mientras los fiscales investigaban a sus aliados cercanos y a miembros de su familia.

El país sudamericano también ha estado lidiando con la alta inflación, que alcanzó en junio el nivel más alto en un cuarto de siglo.