La detención aviva la preocupación por la libertad de expresión en Túnez desde que Saied se hizo con poderes adicionales en 2021, pasando a gobernar por decreto y asumiendo después la autoridad sobre el poder judicial.

"Heni fue interrogado en ausencia de abogados. Lo que ocurrió es una farsa que realza el enfoque dictatorial", declaró a Reuters la abogada de Heni, Dalila ben Mbarek.

Heni, presentadora de un programa diario de radio, no ha hecho comentarios sobre las acusaciones de insultar al presidente, que conllevan una pena máxima de cinco años de cárcel.

Los jueces han detenido o abierto investigaciones a más de 20 figuras políticas, judiciales, de los medios de comunicación y del mundo empresarial vinculadas a la oposición en los últimos meses, acusando a algunas de conspirar contra la seguridad del Estado.

Los principales partidos de la oposición han denunciado las detenciones como motivadas políticamente y los grupos de defensa de los derechos han instado a las autoridades a liberar a los detenidos.

Saied ha descrito a los detenidos como terroristas, criminales y traidores, y afirma que los jueces que los liberen estarían siendo cómplices de sus presuntos delitos.

La libertad de expresión es una de las reformas clave que los tunecinos consiguieron tras la revolución de 2011 que derrocó al presidente dictatorial Zine El Abidine Ben Ali. Pero activistas, periodistas y políticos afirman que esta libertad vuelve a estar amenazada.

Saied rechaza las acusaciones de atentar contra las libertades y afirma que no será un dictador.