Los dos países dijeron que sus presidentes hablaron por teléfono dos días después de que Finlandia declarara su intención de unirse a la alianza occidental. Moscú lo ha calificado como una amenaza a la seguridad que le obligará a responder, pero no ha especificado cómo.

La oficina de Niinisto dijo que le dijo a Putin "cómo fundamentalmente las demandas rusas a finales de 2021 con el objetivo de evitar que los países se unan a la OTAN y la invasión masiva de Rusia en Ucrania en febrero de 2022 han alterado el entorno de seguridad de Finlandia".

Dijo que Finlandia quería manejar las relaciones con su vecino ruso de forma "correcta y profesional".

El Kremlin dijo: "Vladimir Putin subrayó que abandonar la tradicional política de neutralidad militar sería un error, ya que no hay amenazas para la seguridad de Finlandia. Tal cambio en la política exterior del país podría tener un impacto negativo en las relaciones ruso-finlandesas".

Moscú describió la llamada como un "intercambio franco de opiniones", normalmente un eufemismo diplomático para una conversación difícil.

Niinisto dijo: "La conversación fue directa y franca y se desarrolló sin agravios. Se consideró importante evitar las tensiones".

Se espera que la oferta de adhesión de Finlandia sea seguida por un movimiento similar por parte de Suecia, confrontando a Putin con exactamente lo que dijo que quería evitar cuando lanzó su invasión de Ucrania el 24 de febrero: una mayor expansión de la OTAN hasta las fronteras de Rusia.