El decreto -que esboza posibles represalias si se confiscan activos rusos en el extranjero- dejaba claro que Moscú ya había tomado medidas contra la división rusa de Uniper SE y los activos de la finlandesa Fortum Oyj.

El decreto decía que Rusia necesitaba tomar medidas urgentes para responder a acciones no especificadas de Estados Unidos y otros países que calificaba de "inamistosas y contrarias al derecho internacional".

Las acciones de las dos entidades han sido puestas bajo el control temporal de Rosimushchestvo, la agencia de propiedad del gobierno federal, decía el decreto.

El director general del banco estatal VTB PAO había declarado el lunes que Rusia debería considerar la posibilidad de hacerse cargo y gestionar los activos de empresas extranjeras como Fortum, y sólo devolverlos cuando se levanten las sanciones.

La venta de activos por parte de inversores de países "no amigos" -como denomina Moscú a los que impusieron sanciones a Rusia tras su invasión de Ucrania en febrero de 2022- requiere la aprobación de una comisión gubernamental y, en algunos casos, del presidente.

En febrero, Uniper valoró su participación mayoritaria en la división rusa Unipro en un simbólico 1 euro para reflejar la probable posibilidad de que fracasara una venta prevista a un comprador ruso. Fortum ya había advertido a sus accionistas de que existía el riesgo de que sus activos rusos fueran expropiados.