Los fiscales de Faro, la principal ciudad del Algarve, no nombraron públicamente al hombre pero dijeron en un comunicado que fue identificado como sospechoso por las autoridades alemanas a petición suya.

La policía alemana dijo en junio de 2020 que se daba por muerta a Madeleine y que el condenado por abuso de menores y traficante de drogas Christian Brueckner, de 45 años, era probablemente el responsable.

Brueckner no ha sido acusado de ningún delito relacionado con la desaparición y niega cualquier implicación. Está entre rejas en Alemania por haber violado a una mujer en la región del Algarve donde desapareció Madeleine en 2007.

A continuación se detallan los principales acontecimientos del caso McCann, uno de los mayores crímenes sin resolver de Gran Bretaña que atrajo la atención mundial y una caza global.

¿QUÉ OCURRIÓ?

El 3 de mayo de 2007, Madeleine McCann, de 3 años, desapareció de su habitación en el apartamento en el que se alojaba su familia en el complejo turístico de Praia da Luz, en Portugal, mientras sus padres, Kate y Gerry, comían con unos amigos -conocidos como los "7 de las tapas"- en un restaurante cercano.

El apartamento fue asaltado mientras Madeleine y sus hermanos gemelos dormían, y la policía local concluyó que se trataba de un secuestro. La familia expresó su preocupación por lo que calificó de lenta respuesta inicial de la policía y por no haber asegurado la escena del crimen.

Los McCann recurrieron a los medios de comunicación para que les ayudaran a encontrar a su hija, y el caso atrajo la atención mundial con las estrellas de fútbol David Beckham y Cristiano Ronaldo uniéndose a los llamamientos para obtener información.

LA INVESTIGACIÓN

La atención de los medios de comunicación sobre el caso hizo que se informara de avistamientos de Madeleine en todo el mundo. Sin embargo, la investigación inicial de la policía portuguesa no produjo ninguna pista importante y los detectives comenzaron a centrar la atención en los propios padres.

En septiembre de 2007, Gerry y Kate McCann fueron interrogados por la policía como sospechosos formales. En julio siguiente, la policía portuguesa abandonó su investigación por falta de pruebas y eximió a los McCann de cualquier implicación.

La pareja y los amigos que estaban con ellos la noche que desapareció Madeleine demandaron con éxito a varios tabloides británicos por difamación por sugerir que estaban involucrados en la desaparición de su hija.

En 2015, un tribunal portugués también ordenó a un antiguo investigador portugués que participó en la investigación inicial que pagara a los McCann una indemnización por daños y perjuicios por alegar en un libro que la niña había muerto en un accidente y que los padres lo habían encubierto.

Un hombre británico, cuya casa materna estaba cerca del apartamento de los McCann, también ganó una indemnización por difamación de 10 periódicos británicos después de que le acusaran de estar implicado en el secuestro de Madeleine.

En 2011, el entonces primer ministro británico, David Cameron, ordenó una revisión de la policía de Londres tras ser contactado por los McCann.

Al año siguiente, los detectives dijeron que habían identificado 195 "oportunidades de investigación" y en 2013, la policía británica comenzó su propia investigación -la Operación Grange- diciendo que habían identificado a 38 posibles sospechosos.

Más tarde, ese mismo año, publicaron una imagen electrónica de varios hombres. Poco después, los fiscales portugueses ordenaron que la policía local reabriera el caso.

La nueva investigación llevó a la policía portuguesa a interrogar a cuatro sospechosos, pero más tarde fueron eximidos de cualquier implicación, y una búsqueda de los detectives británicos en un terreno baldío cerca de Praia da Luz tampoco proporcionó ningún avance.

Los detectives británicos sugirieron posteriormente que Madeleine podría haber sido una de las víctimas de una serie de agresiones sexuales a niños británicos en Portugal entre 2004 y 2010.

Pero en 2017, al cumplirse una década de su desaparición, los detectives dijeron que tal vez nunca resolverían el caso a pesar de seguir líneas de investigación fundamentales.

En junio de 2020, la policía británica y alemana dijo que había identificado a un nuevo sospechoso, un hombre alemán de 43 años. El sospechoso, Christian Brueckner, vivió en el Algarve entre 1995 y 2007 y robó en hoteles y pisos de vacaciones, además de comerciar con drogas. En 2019 fue encarcelado durante siete años por violar y robar a una mujer estadounidense de 72 años en su casa del Algarve.

También en junio de 2020, la policía de Gran Bretaña y Alemania emitió un llamamiento televisado a la información con la esperanza de que los ciudadanos pudieran aportar las pruebas necesarias para presentar cargos, diciendo que habían recibido "cientos" de pistas como resultado.