Gran Bretaña y otros aliados occidentales están buscando nuevas formas de aumentar la presión sobre Rusia tras su invasión de Ucrania, apuntando a las élites ricas y a industrias clave, así como intentando cortar el acceso al sistema financiero internacional.

"Revocar el estatus reconocido de la Bolsa de Moscú envía un mensaje claro: no hay motivos para nuevas inversiones en Rusia", declaró en un comunicado la Secretaria Financiera del Tesoro británico, Lucy Frazer.

El primer ministro Boris Johnson, el presidente de Estados Unidos Joe Biden y otros líderes mundiales tienen previsto mantener una reunión telefónica más tarde el martes para discutir nuevas sanciones contra Rusia.

Rusia, que antes lanzó su largamente esperado asalto total al este de Ucrania, dice que está llevando a cabo una operación especial para desmilitarizar a su vecino.

Gran Bretaña concede un estatus reconocido a algunas bolsas, lo que permite que los valores negociados en ellas se beneficien de desgravaciones fiscales específicas. Aunque las inversiones existentes a través de MOEX no se verían afectadas, las nuevas no se beneficiarían si se revoca su estatus.

Gran Bretaña dijo que la medida respondía a las restricciones impuestas por el Banco de Rusia a los inversores extranjeros, citando una prohibición impuesta por MOEX el 28 de febrero que impedía a los corredores vender activos por orden de no residentes en Rusia.

El gobierno dijo que la bolsa "ya no funcionaba de acuerdo con las normas comerciales normales que se esperan de una bolsa reconocida."

La autoridad fiscal británica lanzó una consulta de dos semanas sobre la medida, invitando a las partes interesadas a hacer comentarios antes de que se finalicen los términos.