"Nuestro equipo completó las reparaciones durante la noche y los servicios de telefonía fija vuelven a estar en línea para todos los clientes afectados en Bradford y sus alrededores", tuiteó Rogers.

Esto se produce cuando el gigante canadiense de las telecomunicaciones, que se encuentra en la recta final de una fusión de 20.000 millones de dólares canadienses (15.600 millones de dólares estadounidenses) con su rival Shaw Communications, se enfrentó el 8 de julio a un apagón masivo que paralizó los servicios bancarios y de emergencia del país durante casi 19 horas. La empresa lo había achacado a un fallo del router tras unas labores de mantenimiento.

El gobierno canadiense también ordenó en julio una investigación y exigió a las empresas de telecomunicaciones que se pusieran de acuerdo en un plazo de 60 días para desarrollar protocolos de comunicación que mantuvieran mejor informada a la población, después de que Rogers sufriera el apagón sin precedentes.