Dirigiéndose al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Michelle Bachelet instó a Rusia a poner fin a su invasión de cinco semanas.

"Las casas y los edificios administrativos, los hospitales y las escuelas, las estaciones de agua y los sistemas de electricidad no han sido perdonados", dijo. "Los ataques indiscriminados están prohibidos por el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra".

Bachelet dijo que su oficina había recibido denuncias creíbles de que las fuerzas rusas habían utilizado municiones de racimo en zonas pobladas al menos 24 veces. Su oficina también estaba investigando el supuesto uso de municiones de racimo por parte de Ucrania.

Rusia ha negado haber utilizado este tipo de armas o haber atacado a civiles desde que lanzó el 24 de febrero lo que llama una "operación especial" para desarmar y "desnazificar" a su vecino.

Bachelet dijo que su oficina, que despliega casi 60 observadores de la ONU en Ucrania, había verificado 77 incidentes en los que se dañaron instalaciones médicas, incluidos 50 hospitales.

SE ACUMULAN LAS ACUSACIONES

La enviada de Estados Unidos para los derechos humanos, Michele Taylor, dijo que estaba alarmada por los informes sobre secuestros por parte de las fuerzas rusas, incluyendo al menos a tres alcaldes y deportaciones forzadas de civiles.

"Está claro que el presidente Putin está empeñado en reducir a polvo los pueblos y ciudades de Ucrania", añadió el embajador británico Simon Manley.

En su discurso, Bachelet también expresó su preocupación por los vídeos que circulan en las redes sociales en los que se ven interrogatorios a prisioneros de guerra por parte de las fuerzas ucranianas y rusas.

Yaroslav Eremin, primer secretario de la misión rusa de la ONU en Ginebra, denunció los abusos cometidos por las fuerzas ucranianas, a las que acusó de torturar a los prisioneros, de utilizar a los residentes como escudos humanos en Mariupol y de matar a 21 civiles con munición de racimo en Donetsk.

"En las imágenes disponibles públicamente cerca de Kharhiv, rusos desarmados han recibido disparos en las rótulas, tienen bolsas de plástico en la cabeza, algunos de ellos están inconscientes", añadió.

"Todas estas atrocidades contra los civiles se llevaron a cabo con el uso de armamento suministrado por los países occidentales".