La inflación semanal se disparó hasta el 2,22% a principios de marzo, poco después de que Rusia iniciara lo que denomina una "operación militar especial" en Ucrania el 24 de febrero, pero desde entonces se ha ralentizado, coronada por una rápida recuperación del rublo.

En la semana hasta el 20 de mayo, el índice de precios al consumo (IPC) bajó un 0,02% tras subir un 0,05% en la semana anterior, según datos del servicio de estadísticas Rosstat.

En términos anuales, la inflación se ralentizó hasta el 17,51% desde el 17,69% de la semana anterior, en medio de un descenso de la actividad de los consumidores, según el Ministerio de Economía.

"Es importante reanudar... los préstamos tanto en el sector del consumo como en el de las empresas", dijo la viceministra de Economía, Polina Kryuchkova, y añadió que Rusia necesitaba medidas oportunas de política monetaria.

Su comentario se produce poco después de que el banco central dijera que celebraría una reunión fuera de programa el jueves en la que se espera ampliamente que baje el tipo de interés clave del 14%.

"No nos sorprendería que el banco central bajara el tipo clave en 300 puntos básicos, hasta el 11%", dijeron los analistas de CentroCreditBank.

En lo que va de año, los precios al consumo en Rusia subieron un 11,82%, según Rosstat.

Los precios de casi todo, desde las verduras y el azúcar hasta la ropa y los teléfonos inteligentes, han subido mucho en las últimas semanas, ya que Rusia se encontró con interrupciones logísticas y una mayor volatilidad del rublo.

La inflación anual se ha acelerado hasta el 17,83% en abril, su nivel más alto desde enero de 2002. El banco central, que tiene como objetivo una inflación del 4%, dijo que el aumento anual de los precios al consumo iba camino de alcanzar el 18-23% en todo el año 2022.

El presidente Vladimir Putin dijo el miércoles que la inflación no superará el 15% este año.