"El hecho de que Rusia no quiera prorrogar el acuerdo sobre el grano envía un mal mensaje... al resto del mundo", declaró Scholz en una cumbre de dos días UE-CELAC celebrada en Bruselas.
"Pero todo el mundo entenderá lo que hay detrás, es decir, una acción que tiene mucho que ver con el hecho de que Rusia no se siente responsable de la buena convivencia en el mundo", dijo. (Reportaje de Friederike Heine; edición de Matthias Williams)