Los 12 economistas encuestados en un sondeo realizado entre el 16 y el 20 de enero afirmaron que el Banco Nacional de Hungría (BNH), que lanzó en octubre una nueva herramienta de depósito rápido a un tipo de interés del 18% para apuntalar el forint, dejaría su tipo básico sin cambios la próxima semana. El banco adoptará una actitud de espera a pesar de que el forint ha registrado importantes ganancias desde principios de año, según los analistas.

El forint, que tuvo un rendimiento inferior al de sus homólogos regionales en 2022, se reafirmó hasta los 395,50 el viernes, por encima de los niveles de alrededor de 420 a mediados de diciembre y de los 400 de finales de 2022.

"Creemos que si el EURHUF se reafirma en torno a los niveles de 390, el BNS podría empezar a reducir la brecha entre el tipo efectivo del 18% y el tipo político del 13% ya en el primer trimestre, pero es poco probable que los recortes de los tipos políticos sean una opción antes de septiembre, teniendo en cuenta los riesgos de que persistan las presiones inflacionistas", dijo Eszter Gargyan, analista de Citigroup, en una nota.

Los economistas encuestados por Reuters ven la inflación media de 2023 en el 18,5%, después de que la inflación media del año pasado subiera al 14,5%, la más alta en 25 años. Aunque las ganancias del forint podrían aliviar las presiones inflacionistas, el fuerte crecimiento de los salarios y la fuerte revalorización por parte de las empresas siguen planteando riesgos al alza.

"Puede que los días más oscuros del forint hayan pasado, (pero) la valoración de la divisa sigue siendo excepcionalmente frágil en nuestra opinión", dijo Peter Virovacz de ING, añadiendo que el pico de inflación aún estaba por llegar.

Las presiones inflacionistas se agravaron en diciembre después de que el primer ministro Viktor Orban, presionado por la escasez de suministros, eliminara un tope de un año en los precios al por menor de los combustibles y aumentara el impuesto especial, lo que hizo que los precios al por menor se dispararan.

Aunque la inflación anual repuntó hasta el 24,5% en diciembre y podría subir aún más en enero, se espera que la economía se estanque este año, según la encuesta.

Los economistas ven una inflación media del 5,1% en 2024, lo que significaría que el BNS no alcanzaría su objetivo político del 2% al 4% por cuarto año consecutivo.