Como se esperaba, el BCE subió su principal tipo de interés oficial 50 puntos básicos el 16 de marzo, hasta el 3,50%. Sin embargo, el BCE no dio ninguna indicación clara sobre una posible nueva subida de tipos y se propone confiar en las próximas publicaciones de indicadores económicos para definir el camino a seguir. Esta semana, las hostilidades comenzarán con la Reserva Federal estadounidense, cuya reunión de política monetaria está prevista para el miércoles 22 de marzo. En el momento de redactar estas líneas, el consenso se inclina por una subida de un cuarto de punto, lo que situaría los tipos de interés en el 5%. Sin embargo, hay que señalar que los inversores cuentan ahora con una última subida en mayo, seguida de un ciclo de recortes de tipos este verano, con un objetivo para finales de año en torno al 3,75%. Se espera que el Banco de Inglaterra (BoE) siga una senda similar, con una subida de 25 puntos básicos hasta el 4,25% el jueves, seguida de una o dos subidas más de aquí al verano, antes de volver a una política más acomodaticia.

Fuente: Bloomberg 
Hay que decir que las fuentes de preocupación han crecido repentinamente debido a las sucesivas quiebras del sector bancario. El mercado teme un efecto dominó, mientras resurge el fantasma de una gran crisis financiera similar a la que vivieron los menos jóvenes entre nosotros en 2007-2009. Por su parte, las autoridades hacen un llamamiento a la calma, argumentando que el legislador ha hecho todo lo posible para reforzar la posición de balance de los bancos durante la última década. En otras palabras, no se preocupe, su dinero está a salvo, los bancos (los sujetos a Basilea III en cualquier caso) son sólidos. Es decir, hasta la próxima vez.

Mientras tanto, los participantes en el mercado están cada vez más inquietos, como demuestran los rendimientos a 10 años de Estados Unidos y Alemania, cerca de puntos de inflexión en el 3,35% y el 1,99%, respectivamente. Una ruptura de estos niveles podría interpretarse como una señal tangible de una próxima recesión. Un inversor prudente vale por dos.