Los soldados, cuyo número oscila entre 525 y 550, formaban parte de una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU que trabaja en Abyei, una zona disputada rica en petróleo en la frontera de Sudán con Sudán del Sur, dijo a Reuters el funcionario que trabaja en la respuesta a los refugiados bajo condición de anonimato.

El portavoz del gobierno etíope, Legesse Tulu, y el portavoz militar, el coronel Getnet Adane, no respondieron inmediatamente a la petición de Reuters de que comentaran sobre los soldados que solicitan asilo. Tampoco lo hicieron los portavoces de la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, ni la oficina de mantenimiento de la paz de la ONU.

El funcionario dijo que los soldados estaban en la base de retaguardia de la misión de mantenimiento de la paz en Kadugli, en Kordofán del Sur, y que el ACNUR estaba planeando trasladarlos a un campo vallado cerca de un campo de refugiados para eritreos en el estado sudanés de Gadaref.

Miles de tigrayanos, entre ellos civiles y soldados, fueron encarcelados en condiciones miserables en Etiopía sin cargos después de que estallara la guerra en la región de Tigray en noviembre de 2020.

Los combates enfrentan al gobierno de Etiopía y a sus aliados con las fuerzas rebeldes de Tigray leales al Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF), un partido político que en su día dominó la política nacional y que ahora controla la región de Tigray.

Desde que comenzaron los combates, los grupos de derechos han dicho que los tigres étnicos han sido detenidos repetidamente sin juicio. La comisión de derechos nombrada por el Estado dijo que el año pasado se detuvo a miles de personas de etnia tigray, incluidas personas muy ancianas, madres lactantes y bebés. En aquel momento, la policía negó que tuviera como objetivo a ningún grupo étnico, diciendo que apuntaba a los sospechosos de apoyar al TPLF.

Las Naciones Unidas han dicho que al menos 15.000 civiles tigrayanos fueron detenidos o encarcelados en toda Etiopía bajo el estado de emergencia declarado en noviembre y levantado en febrero.

Al principio del conflicto, la policía y los soldados tigrayanos fueron desarmados y puestos en zonas seguras. No está claro si han sido liberados.

Los miembros de las fuerzas de paz tigresas que prestan servicio en las misiones de la ONU en Darfur han solicitado asilo anteriormente.

El gobierno ha dicho repetidamente que está luchando contra el TPLF y no contra los tigrayanos en general.