"La variante dominante que preocupa en China y en el mundo sigue siendo Omicron, y la inmunidad de los sudafricanos gracias a la vacunación y a la inmunidad natural sigue siendo muy fuerte", declaró el martes a la prensa el ministro Joe Phaahla.

"Esto nos coloca en una mejor posición", afirmó.

Phaahla afirmó que Sudáfrica no había registrado recientemente ningún aumento importante en sus tasas de infección, hospitalización o mortalidad por COVID.

Ha pedido asesoramiento a la Organización Mundial de la Salud y aumentará las pruebas de COVID y reforzará su campaña de vacunación a la luz del aumento de las infecciones en países como China y Estados Unidos, añadió.

Las autoridades sanitarias tienen la intención de ofrecer a todos los adultos refuerzos adicionales de la vacuna contra el COVID hacia finales de enero.

Hasta ahora el país sólo ha confirmado un caso de la subvariante XBB.1.5 y no hay pruebas de que se esté propagando, aunque se cree que la subvariante es muy contagiosa, dijo Phaahla.

Sudáfrica ha registrado el mayor número de infecciones y muertes por COVID del continente africano, con más de 4 millones de infecciones y más de 102.000 muertes. Al principio luchó por conseguir vacunas, ya que los países ricos acaparaban las vacunas disponibles, pero ahora dispone de grandes volúmenes en stock.