Suecia no dio una razón directa pero ha dicho previamente que la participación de contratistas rusos, condenada por los países europeos, estaba haciendo insostenible la presencia de sus fuerzas.

"En los últimos tiempos, las condiciones han cambiado en el país, pero hasta que nuestro último soldado esté en casa, seguimos llevando a cabo las operaciones como siempre", dijeron las Fuerzas Armadas suecas en un comunicado.

Los portavoces de la misión, conocida como MINUSMA, no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios. Contaba con unos 12.000 efectivos sobre el terreno a finales de 2021, según su página web.

Se ha producido una salida más amplia de las fuerzas europeas de Malí encabezada por el antiguo gobernante colonial Francia, que dijo el mes pasado que retiraba su fuerza de trabajo antimilitante tras casi una década luchando contra los insurgentes islamistas.

Malí está gobernado por una junta militar que dio sucesivos golpes de Estado en 2020 y 2021 y ha incumplido la promesa de celebrar elecciones anticipadas, lo que ha deshilachado sus alianzas con las naciones occidentales.

A pesar de la presencia de las tropas francesas y de la ONU, la violencia de los grupos vinculados a Al Qaeda y al Estado Islámico se ha agravado en Malí en los últimos años y se ha extendido a los países vecinos, como Burkina Faso y Níger.

Alrededor de 800 contratistas privados pertenecientes al Grupo Wagner de Rusia están actualmente desplegados en Malí, según el comunicado del ejército sueco, una cifra superior a los 300-400 que un funcionario francés estimó en enero.

El presidente Vladimir Putin dijo el mes pasado que Rusia no tiene ningún vínculo con Wagner, pero más de una docena de personas vinculadas al grupo han dicho anteriormente a Reuters que ha llevado a cabo misiones de combate clandestinas en nombre del Kremlin en Ucrania, Libia y Siria.