Las autoridades de la ciudad sudafricana de George interrumpieron el viernes la búsqueda de supervivientes y de más cadáveres en el lugar donde se derrumbó un edificio en el que murieron 33 personas.

El personal de rescate y los voluntarios llevan 11 días rastreando entre los escombros, después de que el edificio residencial de cinco plantas en construcción en la ciudad situada al este de Ciudad del Cabo se derrumbara, dejando una nube de polvo a su paso.

El gobierno de Cabo Occidental dijo que ahora cree que 62 personas se encontraban en el lugar en el momento del desastre. Veintinueve personas sobrevivieron tras ser rescatadas.

En un momento dado, los funcionarios municipales creían que había 81 personas en el lugar cuando se derrumbó el edificio.

"El lugar está vacío. Hemos hecho nuestro trabajo", declaró a la prensa Anton Bredell, funcionario provincial de Cabo Occidental.

Se cree que en la obra trabajaban inmigrantes de los vecinos Malawi y Zimbabue, además de sudafricanos.

Un portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Malaui declaró que se había confirmado la muerte de nueve malauianos en el siniestro y que 11 habían sido rescatados, dos de los cuales seguían hospitalizados.

Aún no se ha establecido la causa del derrumbe del edificio. Las investigaciones están en curso.

El presidente Cyril Ramaphosa visitó el lugar el jueves y se reunió con las familias de las víctimas.