Túnez, que sufre una crisis financiera, pretende obtener un paquete de rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de reformas impopulares, entre ellas recortes del gasto, para evitar un colapso de las finanzas públicas.

"Revisaremos los precios del combustible y la electricidad aumentándolos. El aumento no incluirá el gas doméstico", dijo el ministro.

No fue posible ponerse en contacto con el ministerio para obtener comentarios.

El FMI celebró una reunión virtual con funcionarios tunecinos el 14 de febrero para discutir el programa de reformas económicas del gobierno, que también incluye planes para congelar los salarios del sector público, una medida que podría enfadar al poderoso sindicato UGTT.

La economía tunecina se ha visto duramente golpeada por la pandemia tras años de estancamiento, agravados por la agitación política. El presidente Kais Saied suspendió en julio el parlamento y se hizo con el control de los poderes ejecutivos, interrumpiendo las conversaciones de Túnez con el FMI y los principales prestamistas occidentales, que han dicho que necesita restaurar el orden constitucional normal.

El ministro dijo también el viernes que Túnez concedería licencias para proyectos de energías renovables para producir 2.520 megavatios entre 2022-2025, ya que el país pretende producir el 30% de la electricidad mediante energías renovables a partir de 2030.